Una economía centrada en los metales
Poco después de la conquista, comenzó a organizarse en América un sistema económico cuya base era la extracción de metales preciosos: oro, hasta 1520, y plata, sobre todo, desde 1560.
Poco después de la conquista, comenzó a organizarse en América un sistema económico cuya base era la extracción de metales preciosos: oro, hasta 1520, y plata, sobre todo, desde 1560.
Los principales yacimientos de plata se descubrieron en la década de 1540, en Zacatecas, en el Virreinato de Nueva España, y en Potosí, en el Virreinato del Perú. En Potosí, aproximadamente, el actual territorio de Bolivia, se encontraba el principal yacimiento de la época colonial.
Para explotar los yacimientos, los españoles adaptaron a sus modalidades dos formas de trabajo indígena -el coatequil, en Nueva España, y la mita, en los Andes-, que obligaban a los indígenas a trabajar rotativamente en actividades, por lo general extractivas, a cambio de un pago.
En torno de la minería de metales preciosos surgieron diversas actividades productivas y mercantiles para proveer de alimentos, manufacturas (textiles, por ejemplo) y bestias de transporte (muías, caballos) a los centros urbanos y a los yacimientos mineros y a sus trabajadores. De esa manera, las diferentes regiones se fueron especializando en una determinada producción.
Así, a comienzos del siglo XVII, Potosí era una ciudad con una población de más de 100.000 habitantes, la mayor de América. Sus pobladores eran abastecidos de mercaderías provenientes de zonas tan lejanas como Quito y Buenos Aires, que se integraban por medio de producciones locales a un espacio económico mayor, en el que. se comerciaban productos a cambio de la plata producida en Potosí y acuñada en monedas por el Estado español.
La plata fue el centro de la organización del comercio de largo alcance. La producción de plata, y las monedas acuñadas con ella, eran el motor de una ruta comercial que unía América con España. La ruta privilegiaba los principales centros económicos americanos, Nueva España y Perú, desde donde se enviaba a España la plata a cambio de manufacturas y artículos de lujo. España mantuvo pocos puertos abiertos para el comercio, e implemento un monopolio comercial.
En torno de la minería de metales preciosos surgieron diversas actividades productivas y mercantiles para proveer de alimentos, manufacturas (textiles, por ejemplo) y bestias de transporte (muías, caballos) a los centros urbanos y a los yacimientos mineros y a sus trabajadores. De esa manera, las diferentes regiones se fueron especializando en una determinada producción.
Así, a comienzos del siglo XVII, Potosí era una ciudad con una población de más de 100.000 habitantes, la mayor de América. Sus pobladores eran abastecidos de mercaderías provenientes de zonas tan lejanas como Quito y Buenos Aires, que se integraban por medio de producciones locales a un espacio económico mayor, en el que. se comerciaban productos a cambio de la plata producida en Potosí y acuñada en monedas por el Estado español.
La plata fue el centro de la organización del comercio de largo alcance. La producción de plata, y las monedas acuñadas con ella, eran el motor de una ruta comercial que unía América con España. La ruta privilegiaba los principales centros económicos americanos, Nueva España y Perú, desde donde se enviaba a España la plata a cambio de manufacturas y artículos de lujo. España mantuvo pocos puertos abiertos para el comercio, e implemento un monopolio comercial.
Fuente consultada: Historia Argentina Luchilo-Romano-Paz