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lunes, 22 de marzo de 2021

 La Revolución  Francesa


    Se conoce con el nombre de revolución francesa al movimiento político, social, económico y militar, que surgió en Francia en 1789.

    En 1789 Francia era una de las primeras potencias europeas; desde 1774 reinaba Luis XVI. 

    Los gastos militares y una serie de malas cosechas a partir de 1784, crearon una gravísima situación social. La mayoría de la población se vio en la miseria mientras el lujo y el despilfarro del rey y la nobleza continuaban como si nada ocurriera. Luis XVI se negó a realizar cualquier tipo de reforma y defendió los privilegios de la aristocracia frente al hambre y la miseria de su pueblo que se estaba hartando de la injusticia.

    La sociedad estaba compuesta por tres sectores sociales llamados estados

  • El Primer Estado era la Iglesia y lo integraban unas 120.000 personas. Eran dueños del 10% de las tierras de Francia y no pagaban impuestos, sólo un donativo voluntario a la Corona. Recibían de los campesinos el «diezmo», es decir, la décima parte del producto de sus cosechas. Controlaban el registro civil de la población: sólo la Iglesia podía legalizar casamientos, nacimientos y defunciones. La educación francesa estaba en sus manos.
  • El Segundo Estado era la nobleza, integrada por unas 350.000 personas. Eran dueños del 30 % de las tierras. Estaban eximidos de la mayoría de los impuestos y ocupaban todos los cargos públicos. Los campesinos les pagaban tributo y sólo podían venderles sus cosechas a ellos. Tenían tribunales propios, es decir que se juzgaban a sí mismos.
  • El Tercer Estado carecía de poder y decisión política, pero pagaba todos los impuestos, hacía los peores trabajos y no tenía ningún derecho. La burguesía necesitaba tener acceso al poder y manejar un estado centralizado que protegiera e impulsara sus actividades económicas, tal como venía ocurriendo en Inglaterra.
    Tras muchas presiones, finalmente Luis XVI accedió a convocar a los Estados Generales: una asamblea donde estaban representados los diferentes estados. La sesión quedó inaugurada el 5 de mayo de 1789 en el palacio de Versalles con la presencia de 1.200 diputados. En su discurso inaugural el rey no dijo nada nuevo y la impaciencia fue creciendo. El tercer estado obtuvo el apoyo de parte de la Iglesia y logró que se formara una Asamblea Nacional Constituyente con la aparente aprobación del rey. Pero en realidad Luis XVI quería ganar tiempo para conspirar y dar un golpe de fuerza. Alertado el pueblo de París salió a la calle y tomó la prisión de La Bastilla, símbolo del despotismo real, el 14 de Julio de 1789. La burguesía formó una milicia propia, la Guardia Nacional y el gobierno de París cayó en manos de los revolucionarios. 

    El rey tuvo que aceptar la nueva situación y la Asamblea comenzó a producir cambios importantes. El 27 de agosto de 1789 se proclamaron los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Allí se decía que todos los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Se garantizaba la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión. Se fijaba la igualdad ante la ley, la libertad política y religiosa y se establecía la división de poderes.

    En junio de 1791, Luis XVI intentó huir de Francia pero fue detenido. Este fracaso monárquico impulsó a los republicanos a apurar la sanción de una constitución democrática que incluía la declaración de los derechos del hombre, la división de poderes y que dejaba el ejecutivo al rey y el legislativo, a la Asamblea. Quedaba establecida la monarquía constitucional.


Causas de la Revolución Francesa
  • El absolutismo monárquico, que se caracterizó por el ilimitado poder del soberano, cuya autoridad no estaba sujeta a control alguno.
  • La desigualdad social política y económica.
  • La falta de libertades y derechos. A estas causas hay que añadir un importante factor: la poderosa influencia de las nuevas ideas.
Consecuencias de la Revolución Francesa
  • Comenzó el principio del fin para las monarquías absolutas europeas y el Antiguo Régimen.
  • Se positivizaron los derechos de las personas.
  • Se establecieron constituciones que limitaron los poderes de los gobernantes.
  • Se consolidó el poder de la burguesía.
  • El feudalismo como sistema económico fue reemplazado por el sistema capitalista.
  • Surgió el concepto de ciudadano en contraposición al de súbdito, propio del Antiguo Régimen.
  • Las ideas revolucionarias se extendieron al continente americano.



 

La Revolución Industrial

    La Revolución Industrial se inició en Inglaterra. Es un período histórico de transformaciones económicas y sociales, entre 1760 y 1840, que desencadenó cambios para las sociedades de todo el mundo. Se caracterizó por el uso de nuevas tecnologías aplicadas a la producción en masa (también denominada, producción en serie). La primera invención que permitió esta nueva forma de producción fue la máquina de vapor, cuyo combustible era el carbón mineral. 

    Entre las principales características de la Revolución Industrial, se destacan: 

  • La producción industrial a gran escala 
  • El dominio de la burguesía sobre la economía y la política, dando origen a la clase social del proletariado. 
  • El desarrollo de nuevas industrias como la textil, la siderúrgica (metales) o la minera. 
  • La sustitución del hierro por el acero, un material más duro y resistente. 
  • El desarrollo del comercio a nivel mundial (debido a la gran capacidad de producción y a las innovaciones en el transporte por tierra y marítimo). 

Causas de la Revolución Industrial 

    La Revolución Industrial se produjo por la interacción de una serie de factores que primero tuvieron lugar en Inglaterra y luego en todo el mundo: 
  •     La revolución agrícola. Hasta el siglo XVIII la actividad agrícola se caracterizaba por el trabajo manual y la tracción con animales, poca propiedad privada (los campos eran más bien abiertos o de propiedad del municipio) y producción escasa. La Revolución Industrial introdujo cambios: comenzó a utilizarse maquinaria para el trabajo de la tierra, los campos se volvieron propiedad privada y se reemplazó el viejo sistema de cultivo por “sistema de rotación Norfolk” (consistía en rotar las variedades de cultivos, de modo que no se saturaran siempre los mismos nutrientes del suelo). 
  •     La revolución demográfica. Debido a los cambios en la alimentación y en la calidad de vida (que pasó del campo a la ciudad), a partir del siglo XVIII se rompió con la tradicional estructura social que solía mantener la misma cantidad de pobladores durante largos períodos de tiempo. La Revolución Industrial introdujo cambios que impactaron en el crecimiento de la población, como la disminución de la mortalidad (debido a la mayor producción de alimentos), el mayor desarrollo de la medicina (gracias al descubrimiento de la vacuna) y mayor cantidad de nacimientos. 
  • Las revoluciones burguesas. A partir de mediados del siglo XVIII la burguesía comenzó a demandar el dominio del poder político y económico que hasta entonces estaba en manos de un rey y de la nobleza, lo que dio origen a la Revolución francesa y de las Trece Colonias (norteamericana), entre otras. La Revolución Industrial no habría sido tal sin el empoderamiento del sector burgués, que introdujo grandes cambios: la creación de emprendimientos y la circulación del capital, el desarrollo de la industria mediante la propiedad privada, los avances tecnológicos, el comercio y la economía capitalista. Además, los burgueses fomentaron la creación de significativos inventos. A la par, surgió una nueva clase social: el proletariado, la clase obrera que carecía de propiedades o medios de producción. 

Inventos clave de la Revolución Industrial 

    Las tecnologías aplicadas a la producción marcaron un cambio muy importante para las industrias, debido a que el trabajo manual fue reemplazado por la fabricación en serie. Son invenciones clave que desencadenar la revolución fueron: 
  • La máquina de vapor. Patentada en 1769 por James Watt (Escocia), resultó el invento más importante de la Revolución industrial. Los primeros usos fueron en el transporte (permitió fomentar el comercio), la industria textil (permitió realizar producción en serie a través de maquinarias) y la metalúrgica (permitió trabajar el hierro y el acero para elaborar transportes y maquinarias industriales). 
  • El alumbrado público a gas. La instalación de lámparas a gas en las calles revolucionó a las ciudades, que se convirtieron en lugares más seguros para transitar al estar iluminadas en horarios en los que ya no había luz solar. A fines del período de la Revolución Industrial, las ciudades se habían transformado y las poblaciones se habían duplicado o triplicado. 

Consecuencias de la Revolución Industrial 

    Los grandes conglomerados urbanos multiplicaron la concentración de contaminantes propios de las ciudades: residuos orgánicos y contaminantes atmosféricos provenientes de las estufas. Además, tanto en la primera como en la segunda etapa de la Revolución Industrial, la producción en fábricas dependió en gran medida del uso de combustibles, con la consecuente contaminación del aire. 

    Antes de la organización de los sectores de trabajadores, no existían leyes que regularan el trabajo del proletariado. Por eso, las jornadas laborales eran tan largas que se tornaban insalubres, además de que estaba permitido el trabajo infantil.